Una de las razones que más frecuentemente se esgrimen desde los medios oficiales para rechazar los métodos integrativos es la supuesta ausencia de explicaciones claras para su mecanismo de acción.
Damos aquí algunos ejemplos de fármacos aprobados cuyo mecanismo de acción es desconocido
o fue desconocido durante mucho tiempo y su uso fue y en algunos casos sigue
siendo empírico:
Anticonvulsivantes de uso corriente en el tratamiento
de la epilepsia: Levetiracetam (kepra), ácido valproico, carbamazepina,
valrocemida.
Obatoclax: anticanceroso "prometedor", según
la presentación del fabricante.
Anetol-tritiona: sialagogo, facilita la salivación.
Hydralazina: vasodilatador musculotrópico usado en la
hipertensión arterial.
Propofol: anestésico-sedante.
El agente más empleado en la inducción anestésica.
Modafinilo: estimulante SNC para narcolepsia.
Paromomicina, amebicida para la amebiasis aguda.
Analgésicos del dolor hiperpático: gabapentina
(neurontín) y pregabalina (lyrica).
Nootrópicos (“oxigenadores” cerebrales): citicolina,
piracetam, acetilcarnitina. La supuesta oxigenación parece que no existe ya que
nadie ha dado cuenta claramente de ella.
Vasodilatadores cerebrales: vincamina,
dihidroergotoxina, dihidroergocristina.
Ejemplos de fármacos que se usaron tradicionalmente y
que fueron aceptados por la ciencia sin que entonces se conocieran las
propiedades ni se dieran explicaciones acerca de su empleo:
Penicilina, sulfamidas y muchos de los agentes
microbicidas en los comienzos de su utilización.
Antipalúdicos diversos.
Alcaloides del opio: morfina, codeína, papaverina.
Digitálicos y otros cardiotónicos: digitoxina, digoxina,
ouabaína, derivados de la escila.
Alcaloides de la rauwolfia y concretamente la reserpina
como antihipertensivos y como antipsicóticos.
Derivados de la corteza del sauce como analgésicos no antiinflamatorios
como los salicilatos, útiles en las agudizaciones de la fiebre reumática) y
analgésicos.
Tubocurarina en su empleo en anestesia general como
curarizante.
Ipecacuana, emetizante.
Alcaloides de las solanáceas y particularmente de la
belladona: atropina, escopolamina y otros derivados utilizados como
antiespasmódicos.
Sustancias productoras de miosis, en uso local. Colinérgicos:
fisostigmina, eserina. Como colirios para el tratamiento del glaucoma.
Sales de litio en el tratamiento de la enfermedad
bipolar.
Alcaloides del cornezuelo de centeno y derivados.
Empleados como oxitócicos en el posparto y en metrorragias. En su versión
dihidrogenada como tratamiento de la jaqueca.
Los anéstesicos generales inhalatorios como éter,
cloroformo, óxido nitroso, etcétera se usaron durante decenas de años sin
haberse conocido su mecanismo de acción.
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