MÁS SOBRE EL PLACEBO Y LA HOMEOPATÍA
Si bien la Farmacología
define al placebo en forma de negación, es decir "toda aquella respuesta
favorable a una sustancia que no proviene de la acción farmacológica", la
Homeopatía no puede sostener lo mismo. Y no puede hacerlo por el propio ser de
la Homeopatía, ya que ella misma no produce acción farmacológica.
Siendo que el efecto
homeopático no deriva de la acción farmacológica, la Homeopatía debe intentar
definirse de otro modo y esto afecta al concepto de placebo.
Desde la perspectiva
del farmacólogo, efecto placebo y efecto homeopático pertenecen a la misma
categoría, a los fenómenos explicados por el azar. El campo homeopático es, en
opinión del farmacólogo sin formación en Homeopatía, una cosa más dentro del campo de los placebos.
Veamos la definición de
la Real Academia Española RAE: “Placebo es la sustancia que carece de acción
curativa pero produce un efecto terapéutico si el enfermo la toma convencido de
que es un medicamento realmente eficaz; tiene el mismo aspecto, gusto y forma
que un medicamento verdadero pero está hecho de productos inertes y sin ningún
principio activo”.
Y nos da un ejemplo:
suele decirse "es un hipocondríaco y el médico le receta placebos en
muchas ocasiones."
Creo yo que esta es una
definición del conocimiento profano, fuera del campo médico. Digo esto porque
supone que el enfermo toma el placebo “convencido” de que todo irá bien. Y esto
es hasta cierto punto redundante ya que se supone que el paciente siempre tiene
ese convencimiento.
Pero la definición de
la RAE considera que hay sugestión en el mecanismo. Y yo agrego: no hace falta
ni tal convencimiento, ni tal sugestión. Los pacientes más descreídos del
método placebo suelen responder igualmente bien a él.
Placebo y psicoterapia
Según estas
definiciones el placebo estaría en el campo de la psicoterapia, considerada
ésta groseramente. Todas las formas de psicoterapia tienen en común la puesta
en juego de un factor central cual es la transferencia en la relación
terapeuta-paciente.
La toma del placebo
como actualización de la transferencia en la cura psicoterápica
Freud concibió la
transferencia como el modo en el que la mente revive ciertas experiencias
relacionadas con vínculos (que han quedado fijadas en nuestro inconsciente en
una relación anterior) al interactuar con alguien en el presente. El placebo,
que es una sustancia inerte, actualiza en cada toma los vínculos que el
paciente hace con su médico desde la primera entrevista. Por ello no puede
hablarse de “mera sugestión” en la supresión de un síntoma cuando mencionamos
el mecanismo del placebo. La desaparición de un síntoma agudo puede tildarse de sugestión pero el placebo puede influir favoreciendo la evolución de una
enfermedad crónica.
La fundamentación de su
propia validez, la Homeopatía no la obtiene de la estadística; al menos no por
ahora. Este tema lo he tratado en otras entradas del blog y también en mis
libros.
El efecto homeopático
se sustenta en la respuesta individual y por lo tanto no se afirma en una o
varias generalizaciones de series de casos.
De este modo el
concepto de placebo en Homeopatía se define por lo positivo y no por lo
negativo. Más claramente el efecto homeopático se reconoce por lo que es o sea
por sus propias características y no por la ausencia de una acción determinada,
la farmacológica, como decíamos arriba.
Aparición del efecto
placebo durante un tratamiento homeopático
El homeópata se
encuentra en muchas ocasiones en su práctica diaria, con la necesidad de
pesquisar el posible efecto placebo en un paciente que fue prescrito con
tratamiento homeopático y así poder trazar las diferencias entre lo que es
propiamente respuesta homeopática y lo que es la respuesta a un placebo. Ello
ocurre generalmente cuando el paciente no había sido bien medicado.
Nos encontramos aquí
con una dificultad para hacer la distinción. Tanto la respuesta al
medicamento homeopático mal indicado (que puede funcionar a modo de placebo) y
la respuesta a un placebo prescrito deliberadamente (lo cual es corriente en la
práctica del homeópata unicista), constituyen ambos efectos reaccionales aunque
de diferente naturaleza según veremos.
Uso la expresión
reaccional para designar una respuesta terapéutica mediada por una reacción del
organismo en oposición a la respuesta accional que encontramos en el uso de
fármacos. Al ser ambos efectos reaccionales, el que proviene del placebo y el
proveniente del remedio homeopático, tienen aspectos comunes y para distinguirlos
en la práctica se han definido tácticas concretas por numerosos autores. (para
ver mi enfoque se puede acudir a "Tratamiento homeopático del enfermo
crónico" Ed. Miraguano. Madrid.1986. pág 70 a 78), también en PDF en este
blog.
La puesta en marcha de
ambas reacciones, en el caso del placebo y en el caso del medicamento
homeopático bien indicado es radicalmente diferente:
en el medicamento
homeopático es un estímulo físico, en el placebo es un estímulo que a falta de
otra palabra debemos llamar psicológico Es decir el organismo-persona que lo
recibe le atribuye una entidad, una propiedad y a partir de esto se ponen en
marcha un conjunto de cambios funcionales que se relacionan con lo
motivacional. Se trata de las expectativas y afectan al campo psíquico para
reflejarse en áreas diversas de lo somático: inmunitario, neurovegetativo,
neurológico, humoral, reparación inflamatoria, constantes bioquímicas y
celulares de la sangre. En suma todo lo que define la homeostasis.
La sospecha de que la
respuesta a su tratamiento pueda deberse a un efecto placebo debe estar
presente en cada acto de un médico. Y esto es conveniente no para invalidar un
tratamiento sino para posicionarse correctamente en cada caso y entender el
médico su papel psicoterapéutico, para manejarlo y darle un destino y una
finalidad.
Precisamente por las
similitudes del mecanismo fisiológico entre reacción homeopática y reacción al
placebo es que se hace necesario un cierto rigor metodológico para establecer
que un resultado terapéutico se debe a la primera y no a la segunda.
Se hace necesario este
rigor por el compromiso con la verdad que tiene todo médico y en ese sentido es
de buen proceder agotar las instancias para averiguar qué hay detrás de cada
curación, por respeto al paciente, a los colegas y a la práctica homeopática en
general que no debe ser contaminada con dudas.
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