En circunstancias como las actuales la Homeopatía se ve inmersa en una verdadera guerra abierta por la subsistencia ya que esta lucha no solamente es por su reconocimiento. Esto se produce en España donde esta lucha se libra muy duramente sino también en casi todas partes.
Ante esto podríamos adoptar dos posibles actitudes: una de ellas sería la de encerrarnos en nuestras convicciones y desde allí resistir y contraatacar. La otra que me gusta más y que la comencé hace muchos años es emprender una tarea de higiene intelectual discutiendo y argumentando desde adentro de la labor misma del médico homeópata las bases de nuestro quehacer. Este quehacer, no lo olvidemos consiste en poner a disposición de nuestros pacientes y por elevación de la sociedad entera, este instrumento de primer orden para la intervención sanitaria que es la Homeopatía.En el trabajo de justificación de la Homeopatía que ya ha abordado tanta gente se suelen buscar razones de peso que sirvan de pilares en que apoyarnos. Así nos encontramos con argumentos y experimentos directos e indirectos para cimentar la similitud, la dosis débil y después de esto las grandes leyes enunciadas por los clásicos (Hering, Arndt Schultz), explicar el unicismo, el pluralismo, interpretar la teoría de los miasmas, etc.
Sin embargo, explicar las patogenesias, provings, es la tarea más difícil cuando se persigue que la Homeopatía termine de perfilar su entidad científica e intelectual.
Por qué las patogenesias son el verdadero hueso de la Homeopatía? Hemos de aceptar que los críticos, los escépticos de hoy día no las conocen. De hecho no he leído ninguna crítica a la Homeopatía centrada en las patogenesias. Las patogenesias son el producto de la investigación homeopática previa a la terapéutica misma.
Cuando leemos la Materia Médica Homeopática de cualquier autor como ya lo señalé en otros trabajos y en entradas de este mismo blog, nos encontramos con síntomas que provienen de la Toxicología, como la hepato toxicidad del fósforo blanco y también con síntomas de la Clínica, como la disfonía, la tendencia al sangrado, el vértigo de los ancianos, también de Phosphorus.
Pero además hallamos síntomas funcionales que no siempre entrañan patología, que tienen una gran fuerza de individualización, que pueden ser reversibles y que a menudo modalizan a otros síntomas. Siguiendo con Phosphorus es el caso del deseo de alimentos salados, la aversión a bebidas calientes, el calor en las plantas de los pies, la libido alta.
Para mejor comprensión de este tema ver en este blog la entrada "De dónde proceden los síntomas de los remedios homeopáticos".
Estos son los síntomas patogenéticos propiamente dichos. Los que provienen de la experimentación con sustancias dinamizadas. Estos síntomas cuya procedencia a menudo se trata de ocultar deliberadamente en la enseñanza de la Homeopatía sobretodo en el ámbito universitario, no tienen explicación farmacológica ni toxicológica. Es más, son muy abundantes en los remedios que proceden de sustancias inertes como Silicea, Lycopodium o en remedios que siendo activos en dosis ponderales se comportan de un modo muy distinto como Natrum muriaticum.
Los invito a leer unas pocas páginas del apartado "Patogenesia" en mi libro Fundamentos de teoría homeopática.
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