LOS SISTEMAS DE MEMORIA DEL ORGANISMO
- El problema de la cronicidad en medicina parece que ya no fuera tal. La distinción entre lo agudo y lo crónico casi no se menciona en la enseñanza universitaria.
La cronicidad que remite a lo prolongado en el tiempo en la visión longitudinal y la reiteración de lo agudo en un corte horizontal parece que queda reducido al problema genético: el individuo lo tiene o no lo tiene. Y así si hay un tratamiento posible éste debe ser genético.
Sobra decir que no fueron así las cosas a lo largo de la historia de la medicina. Pero a esto se responde que la genética es reciente y la inmuno-genética, la fármaco-genética y todos sus derivados se están desarrollando ahora mismo, ya.
- La idea de terreno que preocupó siempre a los médicos con afán sintetizador desde los hipocráticos en adelante queda reducida a la carga de los cromosomas. La medicina de las especialidades que elude teorizar sobre el asunto sin embargo se enfrenta diariamente a la tarea de resolverlo. Aceptar la cronicidad va en conexión con asumir conceptos que se rechazan por indemostrables. Esto al público puede sorprenderle pero las cosas son así.
- La farmacología se mueve cómodamente en la enfermedad aguda. Agudo es breve, etimológicamente aguja en un gráfico indica que sube y baja en poco tiempo. Cuando la enfermedad se prolonga se emplean los mismos medicamentos del agudo pero durante mucho tiempo. Y esperan que lo crónico se cure espontáneamente.
- Pero cronicidad no significa lo agudo haciéndose permanente, ello sería una ingenuidad. Aunque así es como se tratan muchas infecciones largas o a repetición: con antibióticos durante largas temporadas por dar un ejemplo.
- Ningún problema práctico como la enfermedad crónica se relaciona tanto con la idea de principio unificador o idea directriz en el funcionamiento biológico.
Estas expresiones nos suenan a metafísica; no son hechos al gusto de la ciencia. Sólo que hace falta querer verlos.
Desde una medicina que solamente valorizara los hechos, la cronicidad sigue siendo inexplicable y sin embargo la tenemos delante de nuestros ojos todos los días. Esto provoca malestar en los enfermos y se quejan por la misma perplejidad que les provoca.